Las discusiones familiares más turbulentas suelen tener lugar después de la lectura de un testamento. Estos desencuentros familiares terminan siendo resueltos diez años después por un Tribunal, pero el precio familiar y económico que hay que pagar después de tantos años de pleitos es demasiado elevado: relaciones rotas; bienes devaluados o desaparecidos y negocios arruinados.

En estos casos la mediación puede proporcionar una solución más efectiva y práctica que el litigio, al proporcionar un foro neutral en el que todos los miembros de la familia puedan expresar sus puntos de vista y buscar alternativas beneficiosas para todas las partes en un periodo de tiempo más corto

TESTAMENTOS Y HERENCIAS